El 9 fue más, orden, intención en el juego y paciencia para jugarlo, allí radican los ejes sobre los que apoya la victoria de los suyos José Restelli. Unión fue demasiado improvisado, inconexo y discontinuo, desde esos argumentos solo se puede soñar con nada.
El “9” se puso en ventaja por penal convertido por Andermatten y Unión lo igualó ya en la segunda mitad por error de Ceberio a tiro de Orlando Díaz que fue ni centro ni tiro al arco, pero gol. Unión creció y podría haber ido por todo en la noche si no fuese porque Barraza quitó del juego a Ochoa para preservarlo para próximos compromisos, hasta allí Ochoa fue el más insistente, el más claro y el que más preocupación llevó al León.Sin Ochoa en cancha el “9” pudo cambiar el aire y llegar al final más cerca de Unión de quedarse con todo. Ya en los penales que proponía el desenlace de cruces a un solo partido Ceberio pago por sus pecados del partido quedándose con dos de los tres remates ejecutados, el restante de Fler fue un horror y terminó un par de metros por el costado derecho. Andermaten y Goméz acertaron y Velazco en el momento más caliente de la noche optó por picarla ante la elección de Ocampos que fue al palo surdo y en su vuelo apenas ofició de testigo de tamaña definición.
La copa sigue y el 9 de Rafaela entregó el mensaje de que será rival de peso para todo aquel que se cruce ante los de calle Ayacucho, se está armando, acomodando a esto de empezar a remar contra la corriente, pero en el camino hacia su horizonte se detuvo en Sunchales para mostrar sus garras y dejar claro que vive, y que su corazón late con más intensidad que nunca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario