Unión de Sunchales perdió en la cancha y afuera también,
pero en la derrota de la línea de cal hacia afuera es donde radica la vergüenza
dirigencial de una institución venida a menos, allí es donde la derrota se hace
dura y despierta las miserias de un equipo cabizbajo, errante en el torneo, y
lejos de las sorpresas, eliminado después. En la derrota fuera de la cancha Unión
de Sunchales desnuda sus pecados de institución que pretende ser grande desde
atributos de club chico. Un club que solo pretende crecer a las trompadas,
quiere subir, equiparar lo que otras instituciones logran con sudor y
seriedad.
Afuera de la cancha, un horror propio de las antiguas copas libertadores,
zonas liberadas por incapaces, apretadas por parte de un grupo de hinchas oficiando
de dirigentes, hasta que llegó lo peor, un grupo de salvajes (¿avalados por el
dirigente Mireti?) agredieron a un grupo de allegados al plantel de 9 de Julio
e integrantes del mismo, y acto seguido un integrante del cuerpo técnico del
fútbol del Club Unión de Sunchales intentó agredirme físicamente por el solo
hecho de que "cuando Unión va a Rafaela nos hacen de todo", esto
dicho por quién intentó agredirme, Gonzalo Garetto, un profesor de educación
física al que la institución le confía menores para educar, en realidad un
barra al que Unión de la localidad de Sunchales le da el escenario para actuar
y desplegar sus atributos de boxeador frustrado.
Que mal estás Union de la ciudad de Sunchales, que mal,
tenes dentro el virus de los violentos, y lo avalas con un infame silencio, aún
al día de hoy espero por un pedido de disculpas, por eso me tomé todo este
tiempo para escribir sobre el tema, pero ahora se que las disculpas no llegarán,
es simple, no hay grandeza como institución ni humildad en sus dirigentes, y
más, la agresión salió de un club que alberga, cobija y protege a violentos.
A las piñas no se gana más amigos, menos sobre periodistas que solo
cuentan lo que ven de verdad, yo no cuento lo que quieren que cuente y lo saben, el perodismo no siempre responde a través de la presión ejercida por los fuertes sponsors sunchalenses, saben por que, porque todavía queda gente con vocación por la comunicación que decide no arrastrase detrás de una pauta publicitaria.
Un abrazo
Gabriel Santillan
Gabriel Santillan
1 comentario:
Excelente tu columna, Gabriel, ojalá leyera a periodistas como vos en las supuestas columnas especializadas de Buenos Aires sobre fútbol, lamentablemente está muy degradado tu oficio por esa gente y el periodismo necesita un aire nuevo, un viento que sople llevándose todo lo que enferma al fútbol.
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