Bianchi obsoleto, Riquelme en apuros y Brindisi es anormal.

Brindisi, correcto y respetuoso aún en la adversidad.

Esto que impulsamos y sostenemos aquellos que habitualmente esperamos con cierta desesperación la salida de los jugadores de un vestuario a veces hace mal. Es que esperamos de la salida de estos jugadores o entrenadores devenidos en rockstars o divas de hollywood con la sola intención de que digan algo que merezca ser procesado y actúe a su vez de disparador de alguna discusión, somos así, nos acostumbramos a transitar esta vereda casi explosiva y acostumbramos a nuestros oyentes a que los partidos terminan luego de la última declaración del último jugador. Por eso el pitazo final a pasado a ser apenas un paréntesis entre el cierre del juego propiamente dicho y el cierre del juego mediático, ese juego que juegan aquellos a los que en la cancha no les termina de ir todo bien. 

¿Ejemplos?, Zielinsky, DT de Belgrano sale de vestuarios luego de un flojo 0-0 ante Rafaela en su casa y dice "tuvimos seis situaciones claras de gol", esa infamia (apenas tuvo dos) es producto de un entrenador que aunque realizador de una gran tarea entiende que debe hacerle llegar a su gente otro mensaje, que al menos de "pico" su equipo ganó. Subeldía en Rafaela perdió 0-3 ante Atlético en el arranque del torneo, y luego del partido sale y con un periodista de TyC (E.Edul) como "cómplice" preguntando "¿perdieron por lo que no hizo Racing más que por lo que hizo Rafaela?" (una infamia), dice "si, perdimos por errores propios más que por virtudes del rival", todo esto aún habiendo merecido perder por 5 o más goles, más infamia.

¿Por que Bianchi,destrata todo el tiempo a los periodistas.?

Anoche Newells desbanco por mucho tiempo a Boca de torneos importantes, lo sacó de la copa
en penales de una manera licita después de un partido altamente parejo, y en el partido de los medios Boca perdió otra vez, por que todo lo obsoleto de las formas de moverse de Bianchi más la repugnancia que muestra hacia la prensa, la que lo pone al límite de la mala educación, anoche lo volvió a dejar en evidencia, "hablo aquí y no me muevo", arrancó en tono de abuelo al que lo levantaron de un tirón de la "siesta" haciendo referencia a que a veces es necesario que el orador se desplace frente a las vallas que ponen los clubes y detrás de las cuales debemos trabajar, algunos se desplazan y tienen respeto otros son como Bianchi. Pero hay más, el señor calvo, otrora ganador de todo dijo "me echaron tres jugadores en los tres partidos frente a Newells", Bianchi embarra la cancha, a Burdisso lo echaron en un partido que jugaba su minuto noventa y pico, a Magallán lo expulsan por pisar a un rival y a Rodríguez por "pechar" al árbitro, el señor calvo justifica lo injustificable. El casi acabado virrey dice "vamos a jugar los próximos partidos del campeonato, mañana empezamos a trabajar en ello, quedan cuatro y los queremos ganar", ¿cómo?, ¿no era que eso no importaba?, mas falacia.

Román, un hábil declarador en apuros.

Riquelme sorprende, porque es hábil declarador, pero aquí se equivoca, habla mal de Newells, "Newells juega mucho con el arquero y los dos centrales", y agrega "dimos un tiro en el palo con el que se terminaba el partido". No fue capaz de decir "patee el penal para la mier... ", eso no lo dijo. El verso de los DT y los jugadores no tiene fin, es una herramienta más, algunos tienen más micrófonos que conos desperdigados en el campo de entrenamiento, pero son las nuevas reglas, de las cuales formamos parte, somos miembros, porque nos gusta jugar ese juego, el que me llevó a decir hace poco en la radio "que correcto es Miguel Brindisi, perdió en Rafaela 0-2 y salió y atendió los medios con sumo respeto, se desplazó a lo largo de las vallas para que cada uno de nosotros no se quedase sin el registro de sus declaraciones", objetivas por cierto, ¿vieron?, presenté el tema desde la idea de la rareza del hecho y sin embargo debiera ser de lo más normal, claro, es que lo normal es escuchar excusas, bombas y faltas de respeto, es que en realidad el anormal en estos tiempos, es Miguelito Brindisi.