19 abr 2011

No hay lugar para el deyavú.


Cuesta pensar por estas horas que la irremediable trayectoria de Atlético de Rafaela rumbo a la primera división del fútbol argentino sufra algún tipo de interrupción o desvío, no hay forma, el interrogante que se plantea el hincha si verá a su equipo en primera o no retumba por las calles de la ciudad, pero hay otros interrogantes, los que van más allá de lo que permite analizar un hincha que piensa con el corazón, son los que me planteo en este artículo, ¿el ascenso es irremediable por qué no hay amenazas a la vista, por que los rivales no tienen la envergadura de otros tiempos?, quizás, pero esto sonaría a que la “crema” es rey tuerto en el país de los ciegos, y no lo es. ¿Por qué la suerte lo acompaña a sol y a sombra?, quizás, aunque esto podría ser tomado como una cuestión que viene a relativizar todo lo realizado lícitamente en el plano de los deportivo. ¿Por qué cuenta con una dirigencia inmaculada?, quizás, pero los dirigentes no juegan y más allá de que hablamos de una empresa prolijamente administrada como la rafaelina nunca dejamos de hablar de fútbol, y los que definen son los jugadores, ¿Por qué el entrenador conoce el camino?, quizás, es un requisito que no debiera faltar , pero no es excluyente, entonces, ¿por qué no debiera interrumpirse el paso hacia la “A”?, sencillo, porque el equipo muestra un envión notable, desde lo individual y lo colectivo, lo que lo lleva a superar adversidades con cierta naturalidad, es ejemplo de ello la victoria ante Central, donde el equipo mostró aplomo y calma ante un tsunami futbolístico, para resurgir ante la aparición de los primeros rayos de luz llevándose una victoria ultra valiosa. Los errores persisten, porque al equipo lo golpean en sus zonas más débiles de manera sistemática, todos lo quieren atacar por la izquierda de su defensa, allí donde Castro y Zbrun ofrecen solo las garantías justas, nada de más, todos tiran pelotazos a la última línea del equipo de Trullet, tratando de exigir a Bovaglio a resolver bajo presión siempre, todos quieren poner gente a las espaldas de los volantes centrales porque saben de la buena prestación de Fissore y Serrano, pero por separado, y porque saben de la inexistencia de un necesario tándem conformado por ambos.

¿Ven?, fisuras hay, falencias hay, pero el poderío ofensivo de un equipo que tiene dos goleadores por falta de uno lo transforma en inhundible, son los goles de Carignano y los goles y la nobleza de Gonzalez lo que hacen que pocas veces el equipo cierre el juego en cero en el marcador, porque tiene gol, porque los genera, porque los va moldeando cual artesano, porque tiene además en la madurez de Iván Juárez a uno de los dos o tres futbolistas más talentosos de la divisional y conduce con pericia bajo el sol o la más densa de las nieblas, por que encuentra en las oscilaciones de Castro un aporte de valor incalculable, es uno de los pocos equipos de la categoría (¿el único?) que no necesita del jugador número doce o trece, ni siquiera tiene un nombre discutible en el banco, alguien que lo ponga contra la espada y la pared al DT o deba entrar para salvar a todos, todos son buenos relevos, pero no más que ello, Franco, Aguirre, Lagrutta, Cáceres, y algún otro que tiene menos protagonismo que estos aún, la clave pasa por un plan no demasiado extenso pero regular, muy regular en prestaciones, y prueba de esto último es el hecho de que el equipo no siente las modificaciones de nombres cuando estas se imponen por lesiones (que aparecen poco) o por expulsiones (que aparecen poco).

El temor a un deyavú de las promociones con Gimnasia va quedando atrás, son fantasmas que se espantan por el paso arrollador de un equipo que llegará a la máxima categoría una vez finalizado el trámite de transitar las treinta y ocho fechas de la competencia, será un equipo que no quedará en la historia por mostrar algo revolucionario, menos desde lo táctico donde me parece que está lo menos trabajado del equipo, aunque su entrenador se supo agiornar sin poner sus pensamientos de manera tozuda por sobre las necesidades del proceso, ¿recuerdan cuando desde este sitio le pedíamos al entrenador que el equipo debía jugar con una defensa de cuatro hombres en vez de la poco convincente línea de tres?.

Amigos, está historia no trae nada oculto detrás, esto será ascenso o ascenso, y para hablar del futuro solo basta con preguntarse, ¿cómo hace este grupo para no llegar a primera?, fácil, o le cruzan el micro delante del arco, o le ponen un candado a la tapa del túnel.


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