17 oct 2009

"We are the champions"


"We are the champions, we are champions of the world". Somos los campeones, somos los campeones del mundo... Y pensar que en enero muchos creían que Jenson Button iba a emigrar a los Estados Unidos o a los autos de turismo en Europa. Y que muchos lo humillaban en Inglaterra después de que Lewis Hamilton le quitara el trono entre los fans.

Ayer, desaforado, cantaba la canción de Queen por su radio y Ross Brawn, feliz por el utópico título de Constructores, le agradecía su confianza al haberse quedado en un equipo que nació como Cenicienta.
Ayer, en Interlagos y como en los anteriores cuatro años, Brasil fue testigo de una definición. Con un quinto puesto de oro, se convirtió en campeón. "Es increíble, sobre todo después de las últimas carreras que he tenido. ¡Soy campeón del mundo! Hace 21 años desde que me subí a un karting y nunca esperé ser campeón de F-1. Pero lo logré", se reivindicó Button. Rubens Barrichello, que arrancó en punta, se cayó rápidamente tras la primera parada y una pinchadura de una goma lo sentenció al octavo lugar. Sebastian Vettel, que debía descontar 16 puntos, fue apenas cuarto. Con diez en juego (GP de Abu Dhabi, en dos semanas), la ventaja de Jenson es inalcanzable.

¿Quién es Jenson Alexander Lyons Button? Antes que nada, un winner con el sexo femenino. Hasta el 2005 estuvo comprometido con la cantante y actriz inglesa Louise Griffiths. Actualmente, su novia es Jessica Celeste Michibata, hija de un argentino con ascendencia española e italiana y de una japonesa. La chica es top model en Japón y famosa, según contó Jenson, por sus masajes en los pies. Si bien lo acompañó a casi todas las carreras de 2009, le pidió que no fuera a San Pablo por la tensión del fin de semana. Ella lo comprendió.

Button nació hace 29 años en Frome, es hijo de Simone Lyons y de John Button, viejo piloto de rallycross, que ayer lloriqueaba por los boxes. Hoy, sus padres están divorciados. Ya a los 8 años, Jenson corría en karting. Y en 1991 obtuvo el British Cadet Kart Championship, tras ganar las 34 carreras de la temporada. Muy joven, cuando pasó a los monopostos rápidamente fue colocado como un ícono de los talentos ingleses, cuando fue campeón de la Fórmula Ford. Frank Williams lo hizo probar junto con el brasileño Bruno Junqueira y lo contrató como piloto titular. Tenía sólo 20 años.

Fue octavo en aquel campeonato del 2000, pero luego se lo llevó Benetton, que más tarde se convertiría en Renault, por dos temporadas más. Durante esa época Button publicó una autobiografía titulada "My Life on the Formula One Rollercoaster" ("Mi vida en la montaña rusa de Fórmula 1"), un título que adquiere sentido nueve años después. Tras su paso por el Rombo, firmaría con BAR-Honda en 2003, donde superó sin dramas a su compañero Jacques Villeneuve. Button terminó tercero de la temporada 2004 después de alcanzar diez podios. "Eramos los mejores después de Ferrari", cuenta. Pero su gloria fue transitoria. A partir de 2005, su BAR se desinfló. En 2006, Button alcanzó, a pesar de todo, su primera victoria en Hungría. Pero antes de dejar a BAR, un buque que naufragaba, el británico eligió permanecer en la estructura, comprada por Honda en 2007. Los resultados jamás llegaron. En diciembre de 2008 fue lo peor, cuando la marca nipona anunció su retiro, víctima de la crisis mundial por la escasa venta de la industria automotriz.

A pesar de que Renault lo esperaba con los brazos abiertos, Button se mantuvo bajo el ala de Ross Brawn, nuevo dueño de un equipo que no tenía siquiera sponsors. En una historia más fantástica que realista, Button ganaría seis de las primeras siete carreras. Quienes llegaron a desconfiar tenían sus razones. Si Button sólo tenía un triunfo en 153 carreras corridas cuando este año se posó en la grilla de Melbourne...


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