6 may 2010

Barbarie en Rafaela.


El arquero del cuadro comodorense recibió el impacto de un proyectil, cuando estaba a punto de comenzar el complemento. Abrió el marcador Villafáñez para la visita e igualó Blanco. El Tribunal de Disciplina deberá emitir su fallo al respecto. Se registraron incidentes en los alrededores de la cancha.

periodistalibre.com- Por Diego Lisandro

Primero hay que decir que se jugaron 47 minutos de fútbol, donde el equipo de Comodoro Rivadavia volvió a ser un Karma para los rafaelinos. Tal cual lo indica la historia tanto de local como de visitante la C.A.I siempre se las ingenia para ser un equipo complicado en el camino de Atlético.

No fue la excepción en esta oportunidad, ya que el primer tiempo mostró a un Atlético decidido a ganarlo pero enfrente surgió el elenco de los sureños como un enemigo prolijo, de buen trato de balón y convicción por una idea de juego. Esto complicó mucho a los de Trullet que tuvieron buenos pasajes en la actuación pero en determinados momentos aparecieron secuencias del “horror mendocino” y se vieron escenas de gran preocupación ante la superioridad exhibida por parte de los 11 dirigidos por Medero y Marini, que llegaron al gol a los 27 minutos por intermedio de Lucas Villafañez. Al rato el uruguayo Meloño estrelló un tiro en el palo.

Atlético fue por su gol pero encontró una gran atajada de Capogrosso negándole el festejo a Blanco, antes se lo había impedido a Gigli. Hasta que llegó la gran jugada de Serrano que terminó con el toque final de Alexis Blanco a los 41 minutos, 1 a 1.

El cierre del primer tiempo pareció mostrar mejor a los cremosos pero la conclusión de lo observado en 47 minutos dejo una sensación de noche compleja.

Y en el mismo escenario otro partido, el que jugaban los hinchas de Atlético enfrentados al arquero Darío Capogrosso, señalado por muchos como “traidor” en el histórico 0-3 en La Plata frente a Gimnasia en la disputa de la denominada promoción.

La supuesta venganza arrancó con canticos, banderas agraviantes y una lluvia de proyectiles cuando Capogrosso fue hacia el arco del lado de “la barra de los trapos”, entre los elementos arrojados aparecieron un par de zapatillas. El juego arrancó pero el árbitro lo detuvo varias veces para poner orden en las tribunas. Hubo tormenta, pero en el primer período se evitó el naufragio.

Cuando todo se armaba para el inicio del complemento, nuevamente problemas con Capoggrosso, esta vez del lado de la calle Urquiza, más de lo mismo pero con una diferencia, alguien logró dar en el blanco e impactó un proyectil en la cabeza del arquero. Capogrosso quedó en el piso y todos supimos que ese era el final. Médicos, autoridades, jugadores y los técnicos de ambos equipos constataron que el jugador sangraba y estaba herido, en principio y después de varios minutos de asistencia médica, la víctima mostró voluntad para continuar el partido, pero luego volvió a sentirse inestable y fue retirado en camilla del campo de juego para lentamente ir transformándose para siempre en un verdadero fantasma.

Bochornoso final que estaba como una versión posible en el prólogo de esta historia, pero parece que fue escasa la voluntad y la inteligencia para interpretar el presagio y tratar de evitar este enorme dolor de cabeza que sufre y sufrirá la institución.

Un Medio de la Patagonia lo refleja de esta forma:

El grave incidente ocurrido en Rafaela sacó a la luz el rencor del público local con Capogrosso, a quien acusaron a través de banderas y cánticos de haber “vendido” el partido de vuelta contra Gimnasia por la Promoción que se jugó en julio de 2009.
En el entretiempo, y luego de algunos gestos del arquero hacia la gente, un proyectil impactó en la cabeza del ahora futbolista de la CAI, que no pudo continuar. Por este motivo, el árbitro Pablo Díaz tomó la determinación de suspender el partido.
Lejos de pasar desapercibido, el episodio revuelve viejos comentarios y versiones que circularon durante mucho tiempo en cuanto a la actuación de Capogrosso aquella tarde de los goles de Franco Niell. Está claro que en Rafaela no le perdonan los tres goles, y sobre todo sospechan de su actitud deportiva.

Las amenazas de muerte

El propio Capogrosso habló ayer en Radio Provincia (AM 1270) y denunció amenazas de muerte, además de contar cómo sucedieron los hechos.
“Pasaron varias cosas que no debían pasar, y la verdad que la pasé muy mal. Cuando llegamos
no había Policía y varios hinchas me quisieron agredir”, comenzó diciendo.
“Acá las versiones y los dichos sobre que yo me había vendido las iniciaron los dirigentes de Rafaela para no cargar con las culpas del ascenso que perdimos. Y ahora me colgaron banderas en mi contra y me hicieron cosas para que la pase mal”, agregó el arquero.
Por último, contó que antes de salir del estadio lo amenazaron con matar a su familia.
“Por razones de trabajo de mi mujer, ella y mi hijo viven en Rafaela, y un dirigente me amenazó con matar a mi familia. Y eso es muy grave. Desde ya que estoy haciendo todos los trámites para llevarlos a vivir conmigo a Comodoro Rivadavia”, enfatizó.

Fuente: "el patagonico"

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