7 ago 2011

Cerca del medio ascenso, alegría "entera".

El Deportivo Ramona se dio el gran gusto de festejar por el campeonato de la zona norte de Liga Rafaelina, debió esperar casi hasta el cierre de la tarde por que el partido atravesó ciertas turbulencias que no le permitían pensar en un victoria antes del pitazo final de Colman, lo resolvió a tiempo con actitud, sin jugar como es capaz de hacerlo pero con inteligencia desde sus jugadores y su entrenador Marcelo Varela quién estuvo todo lo rápido para mover su estructura como el partido lo exigía.
Independiente de Ataliva pisó la localidad de Ramona con un histórico acompañamiento de su gente, es que sabía que dos de los tres resultados posibles lo transformarían en campeón del apertura de la zona norte de LRF. El “Depor” exigido a ganar para igualar en la tabla y definir a su favor por victorias entre si y con la ausencia de Castro sobre sus espaldas imaginaba una tarde larga y complicada.
El “diablo” de Ataliva fue más, mucho más en la primera parte, marcó un diferencia entre un equipo que se mostraba con la naturalidad habitual y casi sin presiones y otro que no podía creer no encontrar en la cancha a su conductor, es que el equipo jugaba como lo haría con Castro pero sin él, entonces la pelota pasaba rápido de una mano a otra, Ramona recuperaba pero la dividía excesivamente e Independiente crecía, porque Mireti estaba encendido, Galván participativo y Piacenza era fácil de ser encontrado en el área de Gianotti, poco de Peiretti en el medio y Cerrudo escaso para contener en Ramona, Portella estaba intratable por su carril y Monserrat aguantaba la pelota con oficio para que Independiente llegue con más gente para romper el cero.
El “Depor” se defendía peligrosamente en los últimos metros y el gol estaba al caer pero…, el fútbol tiene “esas” cosas, no sabe de merecimientos ni de méritos acumulados, solo de realidades y los goles que separan vencedores de vencidos, por eso a quienes seguimos esto cada fin de semana no nos extraño ver en 37´ la notable aparición del pibe Parucia por la derecha del ataque local y dejar tres hombres en el camino y vencer a Ramos con un tiro que se debió en un rival, acertó en el momento justo y lo pasó a ganar sin importarle que en “las tarjetas” lo perdía por mucho. Solo seis minutos después Independiente generó una nueva jugada en el área ramonense, Mireti entró al área de frente a Gianotti y lo desplazaron claramente por lo que Colman pitó un penal que solo le generó dudas a los locales, Piacenza venció a Gianoti y el entretiempo los encontró 1 a 1 y mucho más cerca de la justicia por lo que se había visto.

El segundo tiempo lo tuvo todo, un notable crecimiento de “el Depor” en su prestación, escalando en la cancha, proponiendo un partido veinte metros más adelante y superando a Independiente poco a poco aunque sin la claridad necesaria para romper el vallado que proponían Kloster, Ramirez y compañía, el equipo de Varela debió aguardar por una pelota parada en su favor en el borde del área mayor para que Rolando Domingorena desde una enorme pegada ponga el 2-1. Domingorena estaba fuera de la disputa del juego, aparecía ajeno a la cuestión, no pesaba, sin embargo una aparición suya sirvió para definir todo a favor de Ramona. Varela implementó un operativo cerrojo perfecto, con Bessone y Giampieri sobrando y delante de ellos tres futbolistas tomando hombre a hombre, pero no descuidó el ataque, pensó en Matías Sanchez por Platini y acertó, porque Matías le cerró el partido aguantando la pelota inteligentemente y definiendo notablemente de primera ante un gran pase de Domingorena que a esa altura ya era el de siempre. Independiente fue por todo pero no consiguió ni siquiera inquietar a un enorme y aplomado Diego Gianoti, no consiguió superar al caudillo Bessone y hasta se encontró con una corrida de Combín en el final para el 4 a 1 que desató la fiesta.

Una tarde a pura emoción, una tarde de rencuentro con enormes alegrías para el dueño de casa y un mensaje de volver a empezar para el rojo de Ataliva, la fiesta fue completa y toda de Ramona, méritos no le faltaron y ya sueña con fiestejar por el "medio" ascenso.


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