El nombre menos pensado.

Carlos Marcelo Fuentes, nació el 5 de mayo de 1960 en la ciudad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. Como jugador transitó por Lanús, Sportivo Italiano, Belgrano de Paraná, Deportivo Morón, Atlético Rafaela, el fútbol chileno, 9 de Julio y Unión de Sunchales.Como director técnico lo hizo en Atlético, en divisiones inferiores, Quilmes y Patronato de Paraná (junto a Gustavo Alfaro), Comisión de Actividades Infantiles de Chubut (consiguió el ascenso a la "B" Nacional en 2002), Luján de Cuyo, Villa Mitre de Bahía Blanca y Guillermo Brown de Puerto Madryn.Con la camiseta de la "Crema" consiguió el Torneo Absoluto de la Liga Rafaelina en 1988 y ascenso al Nacional "B" en 1989. En dicho torneo fue el goleador del equipo dirigido por Horacio Bongiovani con 20 conquistas. Luego jugó en la primera rueda del campeonato 1989/90 del principal torneo de ascenso. Marcó el primer gol "celeste" en el profesionalismo, en el empate 1 - 1 ante Armenio en cancha de Platense. (datos http://www.laopinion-rafaela.com.ar/ )

Recuerdo que en el año 88 lo descubrí, yo tenía 14 años, era unos de los primeros partidos a los que asistía solo, mi "viejo" se terminaba de ir, lo veía desde el asador que estaba en el rincón de la cancha que "daba" a Urquiza y Dentesano, donde iba con "el Viejo", contra el tejido, jamas se ve mejor un partido que desde allí, recuerdo haber visto a un futbolista notable, de esos que te quedan por siempre, como por ejemplo me quedó Luis Fredes, quizas el mejor de todos los futbolistas que alguna vez vi en directo en una cancha, Fuentes tenia el físico del futbolista que entraba al área a desmantelar el corazón del rival, tenía el arco incorporado en su horizonte, personalmente me dejaba la sensación de que no iba a fallar, de abajo o de arriba, para el hincha eso no tiene precio, se siente ganador en todas las canchas, Fuentes fue un autentico goleador, un goleador comienza a ser tal cuando su apellido se asocia al grito máximo, al momento cumbre, al gol, y Fuentes alcanzó esa categoría de futbolista.
Hoy es el entrenador de la crema, se reunió en algún lugar con "Cabo" Castro y cerraron el acuerdo, fue sorpresa, yo esperaba otro apellido, uno con chapa, uno de peso y trayectoria para hacerse cargo de uno de los grandes de la divisional, Atletico, claro que cuando repaso y me pregunto que es peso?, que es chapa? cuan importante es la trayectoria cuando la redonda comienza a rodar?, la respuesta se para frente a frente a mis expectativas y las abofetea sin piedad, nada esta escrito y nada esta dicho en el fútbol, Rezza dejando Chicago cuando su apellido indicaba que la promoción con el “milrayitas” desde su trayectoria debía ser un tramite, o Quiroz tocando fondo con San Juan cuando su apellido de peso marcaba otro camino en la previa, o la antítesis, Florit, el bahiense que le dio las esperanzas que Olimpo jamas tuvo de la mano de los encumbrados. De esta forma, en un deporte donde se contrata un rol por una prestación anterior, por que a un futbolista se lo contrata por lo que viene dando al igual que un entrenador, por lo que pasó y no volverá, resultando imposible en el contexto del fútbol hacerlo ante hechos que ocurrirán de manera segura, ya que las garantías aquí no existen, como no pensar que Fuentes puede triunfar?, por que no hacerlo?, claro que se puede!, pero debe quedar claro que el Fuentes entrenador todavía no tiene esas espaldas del Fuentes futbolista, aquel aseguraba goles, este asegura trabajo y mas trabajo que no siempre equivale a resultados.
Fuentes fue sinónimo de gol, y un goleador impide que se lo critique de manera terminante, siempre se le debe dejar una vía de escape a los conceptos vertidos, por que? Por que en el último segundo del alargue es capaz de modificar para siempre un resultado y su puntaje personal que venia para nota baja termina con un “felicitado” , Fuentes dice ser sinónimo de trabajo en estos tiempos, hoy merece un crédito para el triunfo, claro está que triunfar en “la crema” al igual que su ya confirmdo nombre como entrenador “albiceleste” seguirán sonando a sorpresa por no tratarse de uno de los nombres que arrancan con el plus de conocer el camino a la meta.