25 jun 2008

"El Matador", dueño del mundial



Fué ese enorme futbolista que en 1978, en nuestro mundial, marco una diferencia, un goleador sin ser delantero, el único futbolista proveniente del futbol del exterior, ese fue "El Matador" Mario Alberto Kempes.



Mario Alberto Kempes nació el 15 de julio de 1954 en Bell Ville, Córdoba, Argentina. Comenzó a jugar al fútbol en las inferiores de Talleres de Bell Ville y con solo 16 años se consagró campeón con la primera del Club Bell. De ahí pasó a Instituto de Córdoba el 10 de Marzo de 1972, pagando el club 3 millones de la vieja moneda. Ese año logró el campeonato cordobés, obteniendo el derecho de intervenir en el Torneo Nacional 1973. Su debut en primera división fue contra Newell's Old Boys (0-1), el 5 de Octubre del '73. Cuatro días más tarde conseguía su primer gol frente a River Plate.Finalizó ese torneo en el tercer puesto de la tabla de goleadores.Aún en el '73, fue llamado para defender la selección en el torneo juvenil de Cannes e hizo 4 goles en 3 partidos. Ese año debutó con la selección mayor en un partido frente a Bolivia por las eliminatorias. En el año 1974 Rosario Central lo compró por 130 millones de pesos. Desde su debut el 22 de febrero de 1974 contra Gimnasia de La Plata, hasta su último partido el 1 de agosto de 1976, quedó como el mayor artillero de la historia del club con 100 tantos convertidos entre encuentros amistosos y oficiales.En esa época surge su apodo "el matador". Participó en el mundial de Alemania '74 y se fue al Valencia en el '76 por la suma de U$S 600.000 (record de ventas hasta ese momento en Argentina).Los valencianos nunca se olvidarán de Kempes: fue dos veces consecutivas goleador del campeonato español y ganó tres torneos (Liga de España, Recopa de Europa y Supercopa de Europa).
Al medio de esto llegó el Mundial '78 donde Kempes fue goleador del torneo, máxima figura de la competición, campeón con su selección e ídolo de toda una nación. Ese mismo año también se casó con María Vicenta Moll, una valenciana con quien tuvo sus tres hijos. En el '81 volvió a su país para salir campeón con River Plate del Torneo Nacional con un gol de cabeza suyo en el último partido. De vuelta en Valencia, jugó el mundial de España '82, donde Argentina no tuvo una buena participación. En el '84 pasó al Hércules de España y el modesto equipo de Alicante quedó en primera gracias a sus goles. El juego decisivo en Madrid frente al Real en la liga '84 - '85 lo ganó 1 a 0 con gol suyo. Luego pasó por el fútbol austriaco y se retiró en Valencia con un partido homenaje el 25 de abril del '93. Luego comenzó el curso de técnico y creó su escuela de fútbol en Valencia. En enero del '95 jugó el mundialito de fútbol 5 y fue elegido el mejor jugador del torneo. Ese mismo mes, Rosario Central le hace un homenaje como el máximo goleador de todos los tiempos. En agosto de ese año es invitado a defender los colores del Fernández Vial de la segunda división chilena y fue una buena sorpresa verlo jugar con sus 41 años. Luego de un tiempo como entrenador en Indonesia, Albania, Bolivia y Venezuela, el presenta encuentra a Mario Alberto Kempes como comentarista de fútbol para la cadena ESPN, destacándose por sus vastos conocimientos sobre los secretos del mejor deporte del mundo
A diferencia de lo que ocurre con algunas de las grandes estrellas que alumbraron el cielo del fútbol mundial, Mario Alberto Kempes no ha perdido el contacto con la elite de este deporte. Lejos de los campos de juego pero no de las cámaras, el Matador argentino se dedica a su nuevo proyecto: comentar partidos de fútbol europeo en televisión.
Actualidad
El presente encuentra a Mario disfrutando de esta nueva vida en Bristol, Connecticut, al norte de los Estados Unidos, que es la ciudad madre de ESPN para Latinoamérica. Desde Septiembre de 2004 es comentarista de fútbol de la prestigiosa cadena.
La invitación le llegó por sorpresa cuando estaba de vacaciones por España.
De ahí viajó para hacer unas pruebas, prácticas y aprendizajes en este nuevo oficio.
Mario vuelca en esta profesión todas sus experiencias vividas dentro de las canchas y también fuera de ellas, lo que le da una gran ventaja sobre otros profesionales que nunca tuvieron la posibilidad de calzarse los cortos, entrar a una cancha llena, soportar la presión de la gente y los resultados, meter un gol o levantar una copa.
Todas estas cuestiones que sólo alguien que lo vivió internamente puede conocer, le permiten a Mario hablar con profunda autoridad a la hora de analizar partidos, jugadores y los laberintos de este hermoso deporte.
Al mismo tiempo Kempes asegura que en cualquier momento volverá a las canchas dirigiendo algún equipo, lo que confiesa como su verdadera pasión.

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